¿Revelado el misterio? El bombazo de Boris Johnson sobre la enfermedad que provocó la muerte de la reina Isabel

Angel David Quintero
Por Angel David Quintero 3 Min de Lectura
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Johnson

El exprimer ministro británico, Boris Johnson, reveló en sus memorias que la reina Isabel II mantuvo en secreto que tenía cáncer en los huesos.

Isabel II falleció el 8 de septiembre de 2022 a los 96 años y se convirtió en la monarca con el reinado más largo del Reino Unido. La familia real nunca dijo que sufrió de cáncer y la causa de su muerte reza que ocurrió por «causas naturales».

No obstante, según las memorias de Johnson tituladas Unleashed, que están próximas a salir a la venta, afirma que la reina era consciente de que su tiempo estaba a punto de terminar.

Johnson fue una de las últimas personas en verla con vida, dos días antes de su muerte cuando renunció formalmente.

«Edward Young, su secretario privado, trató de prepararme. Sabía desde hace un año o más que tenía una patología de cáncer de huesos, y sus médicos estaban preocupados de que en cualquier momento pudiera entrar en un declive brusco», reseñó en un extracto publicado por la revista Newsweek.

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Foto: Cortesía

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«Ha empeorado bastante durante el verano», le dijo el secretario previo a la reunión. Posteriormente, llamó a la puerta y lo hizo pasar al salón de la reina.

Apenas ingresó, la monarca le dijo: «Buenos días, Primer Ministro», antes de que ambos se sentaran uno al frente del otro.

«Pude entender de inmediato lo que Edward quería decir. Parecía pálida y más encorvada, y tenía moretones oscuros en las manos y las muñecas, probablemente de goteos o inyecciones», señaló.

No obstante, destacó que a pesar de su enfermedad, la reina estaba completamente sana y lucida en cuanto a su salud mental. «De vez en cuando en nuestra conversación todavía mostraba esa gran sonrisa blanca con su repentina belleza que levantaba el ánimo».

Poco después de su muerte, Edward Young le dio más detalles afirmándole que «ella lo sabía todo sobre su enfermedad el verano que se iba a morir, pero estaba decidida a aguantar y cumplir con su último deber: supervisar la transición pacífica y ordenada de un gobierno al siguiente, y, esperó para añadir otro primer ministro saliente a su récord».

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