Revelan nuevos detalles del caso del hombre que fue asesinado por su «mecánico de confianza» en El Hatillo

Jhoan Melendez
Por Jhoan Melendez 3 Min de Lectura
3 Min de Lectura
Horror en El Hatillo: Hombre fue asesinado a puñaladas por su «mecánico de confianza», sus gritos alertaron a un vigilante

El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) reveló nuevos detalles del caso de Samuel Jaimes, ocurrido en El Hatillo, luego que lo asesinara su «mecánico de confianza» junto a su pareja.

El comisario Douglas Rico indicó que la discusión que desencadenó en el crimen comenzó luego que la víctima le dijo que lo iba a denunciar.

LEA TAMBIÉN: HORROR EN EL HATILLO: HOMBRE FUE ASESINADO A PUÑALADAS POR SU «MECÁNICO DE CONFIANZA», SUS GRITOS ALERTARON A UN VIGILANTE

En la reconstrucción de los hechos, se determinó que el 9 de septiembre, día de la tragedia, Jaimes recibió la visita de Daniel Bazán, de 24 años, su «mecánico de confianza». Este llegó acompañado de su pareja, Judith Ufre, de 19 años.

En seguida, dijo que el intercambio de palabras ocurrió porque el hoy occiso le reclamó sobre «reparaciones defectuosas» a su carro. Ello llevó a la víctima a advertirle que lo denunciaría.

Este reclamo «enfureció a Daniel, quien tomó un arma blanca tipo cuchillo del área de la cocina, propinándole múltiples heridas al sexagenario, segándole la vida de manera inmediata».

INTENTARON ESCAPAR

Tras cometer el crimen, el mecánico escapó del domicilio junto a su pareja. No obstante, el vigilante del edificio los divisó e intentó retenerlos; pero la mujer, quien portaba un arma blanca, se abalanzó contra el cuidador. Esto provocó un forcejeo que acabó con Ufre hiriéndolo en una mano.

A pesar de que el vigilante logró desarmarla, esta y Bazán consiguieron huir luego que en ese instante se abriera el portón de la residencia.

No obstante, tras un fuerte despliegue policial llevado a cabo por el Cicpc y funcionarios de PoliHatillo, se logró la ubicación de ambos. Estaban en la entrada de una urbanización cercana.

En los alegatos de los homicidas, la víctima les debía dinero por la venta de un vehículo.

Finalmente, como evidencia se incautó la ropa que portaba el asesino al momento del crimen, un celular, el control del portón del edificio, una moto y dos armas blancas.

Compartir este artículo