La ciudad de Nueva York se está hundiendo y preocupa a expertos: ¿A qué se debe este fenómeno?

Angel David Quintero
Por Angel David Quintero 3 Min de Lectura
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hundimiento

Nueva York está siendo amenazada por un problema cada vez más preocupante: el hundimiento gradual de la ciudad debido al peso de sus rascacielos.

Un estudio geológico reciente ha revelado que la ciudad cuenta con más de un millón de edificios que pesan casi 1.7 billones de libras, lo que está haciendo insostenible el hundimiento cada vez más notorio.

Este hundimiento se está produciendo a un ritmo de 1 a 2 milímetros al año. Los expertos advirtieron que en algunas zonas el proceso se está desarrollando de forma mucho más rápida.

Asimismo, señalan que este fenómeno, aunque pueda parecer insignificante, está volviendo a Nueva York extremadamente vulnerable a catástrofes naturales.

El líder de la investigación, Tom Parsons, del Servicio Geológico de Estados Unidos, indicó que la zona en mayor riesgo son el Bajo Manhattan. Sin embargo, otras localidades como Brooklyn y Queens también están en peligro.

Además, la ciudad se enfrenta a importantes retos derivados del peligro de inundaciones. En la actualidad, la amenaza del aumento del nivel del mar es tres a cuatro veces superior a la media mundial a lo largo de la costa atlántica de Norteamérica.

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Dos huracanes han dejado ver las consecuencias de este fenómeno en la ciudad. En 2012, el huracán Sandy provocó que el agua del mar entrara en la ciudad, mientras que las fuertes lluvias del huracán Ida en 2021 desbordaron los sistemas de drenaje debido a la fuerte escorrentía dentro de la ciudad.

EL RIESGO EN LA CIUDAD

Parsons y su equipo han alertado sobre el riesgo que corre la ciudad en los próximos años. La combinación del hundimiento tectónico y antropogénico, la subida del nivel del mar y el aumento de la intensidad de los huracanes implican un problema acelerado en las zonas costeras y ribereñas.

La exposición repetida de los cimientos de los edificios al agua salada puede corroer el acero de refuerzo y debilitar químicamente el hormigón. Este efecto puede ocasionar un debilitamiento estructural.

A esto se suma la amenaza de tormentas cada vez más intensas, que con el cambio climático se vuelven más probables. El efecto de los gases de efecto invernadero puede aumentar la frecuencia de huracanes de gran intensidad en las próximas décadas. Lo que pone en grave riesgo a la ciudad.

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