Un hecho inusual tuvo lugar en una misa que se organizó por Venezuela y Colombia en la parroquia San Joaquín de Bogotá, luego que una hostia que estaba dentro de un santísimo aparentemente comenzó a latir como un corazón cuando el padre Juvel Zuluaga Agustino expuso el objeto ante los presentes.
Cuando el cura entró con el ornamento litúrgico, los asistentes notaron que el trozo de pan en el centro palpitaba notoriamente. Esta situación sorprendió no solo a los feligreses, sino también al sacerdote Zuluaga. De fondo, mientras oraban, se pudo escuchar el sollozo de las personas en la misa. De hecho, hasta se ve el rostro del padre con lágrimas.
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En palabras de una oradora, cuya voz se sentía quebrada, resaltaba que Dios se hizo presente en el rosario.
Posteriormente, en un comunicado, Zuluaga manifestó que la misa era «una jornada por Venezuela y Colombia. Así que los asistentes lo hemos recibido como un signo de su amor y su compañía para estas dos naciones y para el mundo entero».
«Que esta manifestación (de la hostia) nos lleve a valorar más este regalo inmenso del cielo que es la Santa eucaristía y sirva para reafirmar nuestra Fe y continuar reparando», apuntó el sacerdote, reseñó El Tiempo.
Asimismo, la parroquia resaltó que el particular momento duró cerca de 20 minutos y que la hostia «palpitó» frente a más de 300 personas. «Lloraban de emoción, pedían perdón y clamaban a Dios su misericordia, la paz y la conversión para estas naciones».
Milagro eucarístico en #Bogotá durante una jornada de oración por #Venezuela y #Colombia: la Hostia palpita en plena bendición. pic.twitter.com/bc2moXuRZC
— ES RE VIRAL (@esreviral) August 12, 2024
ESCEPTICISMO Y DEVOCIÓN EN REDES
Tras hacerse viral el video, muchas personas se mostraron escépticas al respecto pues podría tratarse de una ilusión óptica.
«Ni en Hollywood se mandan esos efectos», «No estoy en contra de nada y soy creyente; pero esto no es más que una vibración por flujo de aire en un objeto que no tiene buen soporte», «Es por el viento que hace mover la placa que está detrás», son algunos de los comentarios de los incrédulos.
No obstante, los más devotos sí se mostraron convencidos de que se trató de un «milagro» del creador.
«Bendito y alabado sea Jesús en el santísimo sacramento del altar, sea para siempre bendito alabado y adorado», «Perdónalos señor, no saben lo que dicen, ni lo que hacen. No te conocen, no saben lo que hablan. Estás aquí, tal cual lo prometiste, hasta el fin de los tiempos», respondieron.
