La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) sigue monitoreando una extraña anomalía magnética sobre Brasil y parte del Atlántico Sur, la cual ha aumentado su tamaño en los últimos años.
Esta anomalía fue detectada en 2014, aunque en los últimos cuatro años aumentó su tamaño en un 7%. La NASA, Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA) y el Centro Geográfico de Defensa (DGC) del Reino Unido hacen seguimiento a este fenómeno.
«La anomalía se está profundizando y avanzando hacia el oeste y ha aumentado. Este contorno se aproxima a la región donde es más probable que se produzcan daños por radiación a los satélites», indicó un informe de la NASA.
El informe anual de la NASA indica que hay un debilitamiento del campo magnético en esa área del Atlántico Sur. En ese sentido, aumenta de forma significativa la cantidad de partículas que pueden atravesar la atmósfera terrestre.
CONSECUENCIAS DE LA ANOMALÍA
El informe anual de la NASA precisó que la Anomalía Magnética del Atlántico Sur (AMAS). En las imágenes se aprecia que esta zona ha crecido durante los últimos años y hay alertas sobre las consecuencias.
«Afecta la cercanía con la que las partículas cargadas de energía pueden llegar a la Tierra. Las regiones polares también se ven fuertemente afectadas por partículas cargadas de energía, pero los impactos allí dependen menos de la intensidad del campo», indica el documento.
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La NASA subrayó que el debilitamiento magnético no afectará directamente la salud de las personas. Sin embargo, sí habrá un aumento de la radiación suficiente para afectar significativamente el funcionamiento de los satélites.
Si la situación se agrava, podría generar pérdidas de millones o incluso miles de millones de dólares. «En la vida cotidiana somos tan dependientes de la tecnología», expone la NASA, que alertó de posibles apagones del sistema eléctrico en el futuro.
