El concejal de Naguanagua en Carabobo, Marlon Díaz, denunció este domingo que patrullas del Sebin han estado merodeando su casa entre tres y cuatro veces por día, pero que la situación escaló a mayores luego que este 18 de agosto le dejaran un sobre con una amenaza.
«Había decidido guardar prudencia con esta información sobre lo que me había venido ocurriendo en los últimos días. Sin embargo hoy con un acto sumamente delicado, me dirijo a ustedes para plantearles lo que ha pasado a las afueras de mi casa», expresó en un video.
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A continuación, dijo que funcionarios con patrullas del Sebin, sin nombre o una orden, han estado acudiendo entre tres y cuatro veces al día a la residencia en la que vive con sus padres. «Toman fotos y alertan a todos los vecinos. Esta es una situación muy lamentable», narró.
No obstante, reveló que este 18 de agosto en horas de la mañana, sus padres consiguieron un sobre en el estacionamiento con una amenaza explícita. Marlon Díaz mostró el contenido del sobre que tenía su nombre, cédula y dirección. En él, había un papel con el siguiente texto: «Te tengo en la mira, no te comas la luz». Asimismo, se hizo con una tipografía que alude a un escrito hecho con sangre.
#Venezuela | EN VIDEO: Concejal de Naguanagua denuncia que el Sebin ronda su casa y le dejó un sobre con una amenaza
📹 Video: Marlon Díaz Golindano pic.twitter.com/Y3kRIChZ5v
— Caraota Digital (@CaraotaDigital) August 18, 2024
«NO ESTOY EN PLANES VIOLENTOS NI ESTARÉ»
A razón de ello, el abogado y médico exigió a los autores que «cesen de inmediato estos ataques».
«Nunca he estado en un ningún plan de violencia ni lo estoy por muchísimos motivos… Mi hoja de vida está a la luz de todos. Saben a qué me dedico y qué lugares frecuento. No he hecho más que hacer labor social para las comunidades de Naguanagua», se defendió el concejal de Naguanagua.
Sumado a ello, agregó que más que por él, su exigencia es por sus padres que son de la tercera edad con patologías crónicas. También por sus vecinos que, señala, el 80% de ellos son contemporáneos con sus padres y también tienen enfermedades. «Recuerden que estos son espacios privados, no pueden ingresar sin alguna de orden».
«No tengo nada que esconder, no tengo ningún tipo de miedo porque no he hecho nada para que este tipo de mensajes lleguen a la puerta de mi casa», concluyó.
